Redes sociales hacen que las madres se sientan más "culpables" que nunca
Muchas madres que crían familias en la era digital están luchando con los desafíos que presenta la tecnología, ya que las representaciones de familias perfectas que aparecen en las redes sociales generan un abrumador sentimiento de culpa, advierte una cristiana experta en crianza.
La autora Alli Worthington, madre de cinco hijos, ofreció consejos prácticos sobre cómo manejar los desafíos que enfrentan las madres hoy en día, tales como la culpa y la baja autoestima inducidas por las redes sociales.
Durante una entrevista reciente con el ministerio paraeclesiástico cristiano evangélico Enfoque a la Familia, la autora de Remaining You While Raising Them: The Secret Art of Confident Motherhood [Permaneciendo Tu Mientras Los Crías A Ellos] enfatizó que las madres necesitan practicar el autocuidado, priorizar sus emociones, buscar ayuda cuando sea necesaria y reconocer las falsas representaciones de la realidad en las redes sociales.
Ella enfatiza que al hacer esas cosas, las madres pueden ayudar a cultivar el bienestar mental y generar confianza en sus habilidades de crianza.
"Creo que la maternidad siempre ha sido difícil. Lo es para mí. Me sorprendió cuando me convertí en madre criando niños pequeños. Era ama de casa. Y esos primeros años [fueron] físicamente agotadores pero intelectualmente poco estimulantes. Fue un verdadero desafío para mí porque nadie me advirtió sobre eso", dijo Worthington.
"Pero lo que creo que realmente está destrozando a las mamás en este momento es algo nuevo que nunca antes había sucedido: las redes sociales", agregó, haciendo referencia a una encuesta que envió a su audiencia en la que se encontró que el 96% de las madres dicen que enfrentan "culpabilidad de madre, siendo la causa número uno las redes sociales.
"[Las madres] van adelante, atravesando cada día, teniendo un buen día, ya sabes, entre comillas, un 'buen día'; la locura de ser mamá, y luego abren su teléfono y se ven inundadas de publicaciones de mujeres que parecen tener todo bien", añadió Worthington.
"Estas fotografías son, ya sabes, niños vestidos completamente de blanco y sin manchas. El perro sonríe en las fotografías. La casa está impecable. Mientras tanto, las mujeres que vivimos en el mundo real, nos lavamos el pelo en tres días, perro acaba de vomitar en la alfombra, y queremos tirar nuestro teléfono de la habitación. Creo que este problema de las redes sociales realmente está destruyendo la felicidad, la paz y la alegría que las madres pueden sentir."
Worthington advirtió a las madres que no se culpen a sí mismas ni a sus habilidades de crianza por todo lo que su hijo hace mal, porque no todo lo que hace un niño refleja en realidad quién es su madre.
"Tus hijos van a hacer cosas porque son niños. Si sigues criándolos pensando que todo lo que hacen es un reflejo de tu maternidad, te sentirás miserable", dijo, recordando el consejo que una vez le dio una vecina. "¿Crees que cada vez que haces algo malo, Dios es un mal Padre? Dios es un Padre perfecto ¿Te sostienes con estándares diferentes a los de Dios?"
Con el tiempo ella se dio cuenta de que incluso si pudiera hacer todo bien como madre, "los niños simplemente serán niños".
"A veces necesitan crecer y poner a prueba los límites. Y ya sabes, es un salto muy difícil, porque ese sentimiento de culpa surge de forma muy natural", añadió. "Quiero decir, es simplemente parte de nuestro cableado, y particularmente para las mamás. Asumimos gran parte de la responsabilidad de que nuestros hijos no se comporten de manera perfecta".
A medida que los niños crecen, no recordarán cada momento de sus años más jóvenes. Worthington dice que esta realidad debería aliviar la presión sobre las madres de hoy de saber que si cometen errores, sus hijos no recordarán todos los errores.
"Los niños no recuerdan esas cosas. Puedes relajarte. Simplemente disfrútalos. Acurrúcate con ellos. Léeles libros. Diviértete. No es necesario optimizar todo. Aunque continuamente abrimos Instagram y TikTok y vemos, ' Necesitas hacer esto' y 'Necesitas hacer aquello' y 'Necesitas cultivar trigo orgánico en tu patio trasero y hacer sándwiches', y hacer todas esas cosas. Realmente, cuando nuestros hijos son pequeños, lo que necesitamos es disfrutar ellos", dice Worthington.
"Porque cuando los niños son pequeños, todo depende de nosotros para mantenerlos con vida. Tenemos la mentalidad de que todo lo que hago importa y si cometo un error, podría ser terrible, ¿verdad? Pero a medida que los niños crecen, es difícil cambiar esa mentalidad de que cada pequeña cosa que hago tiene enormes consecuencias, nos separamos un poco de nuestros hijos y luego nos damos cuenta de que cada año que crecen, cada pequeña cosa que hago no importa tanto. Y es difícil cambiar esa mentalidad desde los primeros años".